“La leyenda de la pasajera fantasma”
El municipio de, en Mérida, Yucatán es un lugar lleno
de historias y casos paranormales. En esta ocasión, hablaremos sobre un rumor
que se viene contando desde hace varios años, en el cual se asegura que el
espíritu de una mujer sube a las calesas y después se suscitan una serie de
hechos que dan lugar a la leyenda de la pasajera fantasma.
Se cuenta que en la terminal de autobuses ubicada a
espaldas del Palacio Municipal, una chica llevando como equipaje una caja y
unas flores, solicita los servicios de una calesa, luego pide ser llevada a la
colonia Rosario. Durante el tramo no mayor a quince minutos, se muestra muy
conversadora; al llegar a la dirección indicada, paga con un billete de
doscientos. Debido a que el viaje solo cuesta 20 pesos, en ocasiones los
conductores no completan la cantidad a devolver, así que ella les pide
conservar el dinero, con la condición de volver al día siguiente para
transportarla y traer su cambio.
Al día siguiente cuando van a buscarla, los recibe un
hombre, asegurando que ahí no vive muchacha alguna, en la plática, descubren
que descripción física de la viajera corresponde exactamente con la de una
chica que se colgó de un árbol cercano tres años atrás, debido a que no pudo
soportar la trágica muerte de su hermano en un accidente. …Incrédulos a tal
afirmación, los prestadores del servicio sacan el billete como prueba de lo
ocurrido, pero este no es más que una simple hoja.
En otras ocasiones, después de pagar los servicios de
la calesa, con el billete de doscientos, este se convierte en un hueso, pero a
final de cuentas, en ambos casos, los cocheros caen enfermos, después de darse
cuenta que llevaron una pasajera fantasma en su calesa.
Las apariciones del espíritu de esta mujer suicida,
son más comunes en 31 de octubre y durante el aniversario de su muerte. Ha sido
visto tanto por caleseros como policías, por lo que han llegado a afirmar que
la razón de su penar, corresponde al arrepentimiento de lo que ella hizo y que
hasta el día de hoy le impide encontrar la paz.
Gran historia, hasta escalofríos da
ResponderEliminar